Declaración solemne del Patronazgo canónico de la Virgen del Socorro
1963 fue un año grande, el de la declaración solemne del patronazgo canónico de la Virgen del Socorro como Patrona de Rociana del Condado. Un patronazgo nacido hace muchísimos años y que entonces se proclama solemnemente, de forma litúrgica, por el señor Obispo de la diócesis, doctor García Lahiguera. Los trabajos de investigación de Juan Infantes Galán dieron magnífico resultado al descubrir la devoción de este pueblo por la Virgen del Socorro. Una tradición que se remonta años atrás y en la que el fervor de Rociana se ha multiplicado en entusiasmo y fe por su Virgen y Patrona.
Le correspondió al nuevo alcalde de Rociana, don Juan Ferraro el gran honor de organizar estas fiestas que resultaron llena de un encanto y una devoción como jamás se pudo imaginar.
Recepción de autoridades
En antelación al acto fueron llegando todas las autoridades, las cuales fueron recibidas y saludadas en el Ayuntamiento por el alcalde, concejales y miembros de la comisión organizadora de la fiesta.
Salida de la Virgen
Constituyó un momento de máxima emoción el de la salida procesional de la Patrona de Rociana desde su templo hasta el lugar señalado por el director de protocolo para la ceremonia a realizar en este gran día.
La presidencia de honor la formaban: el Obispo de la diócesis, el Gobernador civil accidental, alcalde de Huelva, alcalde de Rociana, Gobernador militar, delegado provincial de Información y Turismo, delegado provincial de Trabajo, director del Centro Emisor del Sur, secretario general de la Diócesis, secretario capitular, doctoral de la Stma. Iglesia Catedral, secretario del señor Obispo, curar párrocos de Rociana, Bollullos y Bonares.
La Virgen, en artístico paso convenientemente adornado iba acompaña de todas sus camareras de honor. La camarera perpetua doña Mercedes Vallejo ocupó un lugar de honor en la presidencia.
La procesión resultó impresionante entre los vítores y aclamaciones de todo el pueblo congregado en la plaza. La Virgen llevada en alto, a pulso de los rocianeros, fue puesta en la parte central del escenario.
En primer lugar se realizó la presentación del acto a cargo del secretario de la Comisión del Patronazgo, don Diego Contreras Bejarano.
La ofrenda
Momento especial fue el de la ofrenda a la Virgen del Socorro de todos los productos y símbolos propios de esta tierra del Condado.
Abriendo marcha la ofrenda de la cruz, las camareras de honor de la Virgen fueron ofreciendo trozos de sarmientos, vides con hojas, trigo, lana, naranjas e hijas con azahar, olivo, uva triturada, la corona del Niño, un pequeño tarro de miel, un barril pequeño, venencias, trozos de pinos y eucaliptos, racimos de uvas, maíz y finalmente la corona de la Virgen.
El texto literario de las ofrendas, escrito y dicho por el director del ceremonial, Manuel Marín, cautivó a todos por su inspirada poesía y alto sentido religioso de cada uno de estos símbolos que fue combinando con espíritu de devoción a María y amor a la tierra rocianera realmente perfecto.
Lectura del acta
Seguidamente el alcalde de Rociana, don Juan Ferraro, gran inspirador de estas fiestas del Socorro, leyó el acta de la Sesión Municipal, por la que se acuerda la elevación a Roma de la moción sobre el patronazgo de la Virgen del Socorro, Patrona y Abogada eterna de esta tierra bella y laboriosa del Condado.
Inmediatamente después, se leyó el Breve Pontificio del Patronazgo en medio de la mayor devoción por parte de la multitud que llenaba el recinto de la plaza ante el gran escenario montado, donde figuraba la presidencia del acto.
Proclamación canónica
Tras la lectura ya referida llegó el momento cumbre que Rociana entera esperaba con la mayor emoción y alegría. En medio del delirio y del júbilo desbordante se hizo la proclamación y coronación de la Reina y Señora de Rociana. El Obispo de la diócesis con el alcalde de Rociana pusieron sobre la cabeza de la bellísima imagen de la Virgen del Socorro la corona símbolo de este Patronazgo, ya canónico, sobre el pueblo.
Presentación del mantenedor
Don Manuel Marín, director del ceremonial de esta gran fiesta hizo seguidamente la presentación del mantenedor, don Francisco Montero Galvache. Palabras dichas con gran justicia en favor del vate andaluz y donde con gran belleza e inspiración fue dando cuenta de la personalidad del poeta tan querido y admirado en nuestra tierra.
Actuación de Montero Galvache
Hizo uso de la palabra a continuación el inspirado poeta don Francisco Montero Galvache, invitado especialmente por el Ayuntamiento a este gran acto de exaltación a la Virgen de Rociana, Nuestra Señora del Socorro.
Paco Montero hizo un bellísimo canto a la Virgen y a Rociana en unos conceptos de encanto, de fina poesía, de un hondo sentimiento.
Hombre enamorado de esta tierra, que también era suya en vínculos familiares, supo dotar a cada cosa de su palabra exacta, de su definición perfecta, de su delicado homenaje de poeta acabado y perfilado.
La actuación de Paco Montero resultó lucidísima al mismo tiempo que entrañable por el gran conocimiento del orador de Rociana, sus apellidos ilustres y su auténtica devoción a la que era Reina y Patrona de la villa condal.
Homenaje a la camarista
El vicepresidente de la Comisión de Festejos, don Diego Sánchez Matamoros Espadero, leyó el acuerdo por el que se nombraba camarista de honor de la Virgen del Socorro a doña Mercedes Vallejo Pérez.
El Obispo y el alcalde de Rociana le entregaron el pergamino y la felicitaron por este honroso nombramiento.
Palabras del Sr. Obispo
El acto lo cerró el doctor García Lahiguera, quien en palabras llenas de amor a la Virgen y a Rociana manifestó en bellísimas palabras el milagroso tríptico de Reina, Señora y Madre para resumirlos en el Socorro. Socorro de vida, en la muerte y Socorro de nuestra existencia. Rociana entera siguió con gran emoción las palabras del Prelado que fueron muy aplaudidas como la de los anteriores actuantes.
Recogida de la Virgen
Para terminar, la Virgen del Socorro fue llevada nuevamente en procesión desde la plaza al templo, dentro de la mayor devoción y recogimiento. Le acompañaban todas las damas y camareras de honor así como las autoridades religiosas, civiles y militares que a Rociana se desplazaron para este gran acontecimiento.
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